¿Quién más que tú, con una pala y un sombrero, abre la tierra, sin arado y sin tractor? ¿Quién más que tú, trabaja en año nuevo? ¿Quién más que tú merece el cielo, para sembrarlo entero?
Cada vez que ellos me miraban bailar, cada aliento que robaba, cada performance en la que participé, me veían con esta "protección", ellos pensaban que era sólo un accesorio; la verdad es que suelo mirar al suelo por vergüenza, por miedo a las críticas.
Mi protección, la que me acompañó en miles de procesos.
Cansado, con la gota en la frente, las palmas ásperas, la nariz que perdió su sensibilidad. Los peces pueden esperar ser pescados, los almuerzos fluviales pueden atrasarse 5 minutos. Solo necesito un respiro de distracción.